No me sorprendió el hecho de que el diablo mismo respondiera a mi pedido, e hiciera acto de presencia frente a mí.
Extendí mi mano en un cordial saludo y le dije mi nombre, el confiado tomó mi mano la cual apreté con fuerza, y sonriendo le dije : “ bueno sr. Diablo hoy usted se va a su casa conmigo, ya que es allá donde la mujer que amo me mandó…”
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4 comentarios:
me fascina como escribes.
Tengo bien presente algo que me dijeron hace ya años:
la desgracia del escritos es que escribe solo por dos razones para expresar mucha felicidad o inmensa tristeza...
Siempre he pensado que los buenos escritos no pueden corresponder a la primera opcion.
Un abrazo de desconocida a desconocido
ANDREA
Andrea, agradezco la visita y el comentario.
Saludos
Este escrito me encantó, primera vez q te leo... MIERDA Q ESCRIBIS BONITO!
Ojos de guapurú muy agradecido por el comentario, ya estaré dvolviendo favores y visitando tu blog.
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