A tres minutos del final se sintió extrañadamente calmado, se sentó en la vereda de su casa y recordó.
Su infancia en la Santa Cruz de calles de tierra, tuja de esconder y fútbol descalzo en calles casi desiertas.
En el colegio el grupo de amigos y los ensayos de la banda de rock.
La universidad con las compañeras y sus minifaldas, la mediocridad de algunos catedráticos para quienes hoy solo había lástima.
Recordó las largas tardes en la oficina del banco trabajando, los interminables informes y las jornadas que terminaban dos días después.
Así, en su viaje del pasado, llegó al día que la conoció.
Sonrió
Tomó la mano de su esposa y saludó el comienzo del final.
(Escrito después de leer “A 7 minutos del colapso” de Edmundo Paz Soldán)
4 comentarios:
Buena Huevo, felicidades por la nueva vida
Buena Huevo, felicidades por la nueva vida
Buscaré en el blog algo que suene a original.
original como la medalla que le dió el ministro de defensa a Enrique Jurado por plagiar la canción La Patria de un libro de texto del 1900...
por favor, lo invito señor anónimo a continuar navegando por el blog...
saludos y agradecido siempre por los comentarios
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