Si, ya sé que este miércoles se cumplen 3 años desde tu último cumpleaños, pero eso no tiene nada que ver.
Ayer simplemente me agarraste por sorpresa, descuidado.
No, no fui yo quien dejó la puerta de la heladera abierta, ¿que?, ¿que no hay nadie más acá? puede que tengas razón.
Te equivocas, ahora estoy mejor, más tranquilo.
Otra vez con los reclamos, basta, fuiste vos la que se fue.
Al llegar a casa pensé que te habías ido, y no supe si alegrarme o enojarme, hasta que oí la música desde la sala, y entonces me llene con una mezcla de fastidio y alivio.
Dormí mejor sintiendo tu presencia.
¿Que desperté gritando tu nombre? Sabes que a veces sueño con vos, y que, aunque los sueños siempre son diferentes el final es el mismo, tú asesinada por mi mano, no a la tú de hace 3 años, sino a ti de todos los días.
No estoy seguro cuando fue que viniste por primera vez, pero seguro había pasado más de un año, no te reconocí al comienzo es cierto, estabas y estás cambiada.
Ese día estaba cocinando, no debiste sorprenderme por detrás, sabes que estaba nervioso, mi cuerpo giró como por instinto, con el brazo derecho extendido y el cuchillo agarrado firmemente, el filo te cortó la garganta y caíste pesadamente, no hubo una sola gota de sangre, nunca hay, solo la primera vez.
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