lunes, 19 de noviembre de 2007

Me gustan los monos

Me gustan los monos, el otro día pase por una tienda de mascotas y los estaban vendiendo en 0.20 centavos cada 1, y tenían como 2 , o 3 mil monos a la venta, así que decidí no mirar el diente en caballo regalado, me compre 200, que puedo decir, me gustan los monos
Me lleve mis 200 monos a casa, tengo un auto grande, uno de los monos manejaba, se llamaba Sigmund. Era medio retrasado, e realidad, ninguno de ellos era ni si quiera medianamente inteligente, lo único que hacían todo el tiempo era darse puñetazos en los genitales. lo cual fue gracioso, hasta que el puñetazo fue a MIS genitales.
Los metí en mi cuarto, pero parece que no se adaptaron bien al hambiente, estaban como incomodo, se caían del sillón, y corrían hasta que chocaban con las paredes, aunque era un espectáculo bastante gracioso, perdió interés después de la tercer hora.
Dos horas mas tarde me di cuenta por que estaban tan baratos los monos, ya que todos se murieron, de la nada, sin razón aparente, empezaron a caer muertos.
Malditos monos baratos...
No sabía que hacer, tenía 200 monos muertos tirados en mi sala, en mi cama, en todos lados, parecía que tuviese 200 mini alfombras.
Intente botar uno en el inodoro, eso no funcionó, es más, me tranco el inodoro. Así que ahora tenía 1 mono mojado y 199 monos muertos secos.
Intente hacerme la idea de que eran monos de peluche, o animales disecados, lo cual funcionó durante un corto tiempo, ya que empezaron a descomponerse y a oler mal.
Tenía ganas de orinar, pero el baño estaba trancado con un mono y me daba vergüenza llamar a un plomero.
Pensé en retrasar un poco el proceso de descomposición, refrigerando los monos muertos, desafortunadamente solo había espacio para 2 monos a la vez, por lo que los rotaba cada media hora. También tuve que comerme toda la comida que había en la heladera para que no se echara a perder.
Intenté prendiéndoles fuego, inocente yo, no me di cuenta que mi cama era inflamable, así que tuve que apagar el fuego.
Así que ahora tenía 1 mono muerto y mojado, 2 monos muertos congelados, y 197 monos muertos y medio chamuscados apilados en mi cama.
El olor empezaba a aumentar.
Me empecé a poner nervioso, ante mi incapacidad para deshacerme de los monos y el no poder usar mi baño, por lo que golpee salvajemente a unos de los monos, esto me hizo sentir mejor.
Intenté botarlos a la basura, pero el servicio de recojo de basura me informó que no podía llevarse a botar monos medio chamuscados, le comente que tenia uno mojado, pero no podía llevárselo tampoco, ni me molesté en preguntarle por los dos que tenía congelados.
Finalmente encontré la solución, los entregué como regalos en navidad. Mis amigos no sabían exactamente que decir, alguno pretendían que les gustaban y me agradecían, pero me di cuenta que estaban mintiendo, INGRATOS, así que les di puñetazos en los genitales...
Que puedo decir, me gustan los monos...

2 comentarios:

Javier Sandoval A. dijo...

Tenés un muy original y macabro sentido del humor. Detrás de la humorada hay un estilo literario que está bastante interesante. Trabajá un poquito con la ortografía y no es más, viejo. Espero otro relato así.

Un saludo.

Yo nomas dijo...

Gracias por tu visita Javier, estuve leyendo tu blog, el cual encuentro bastante interesante, lo de la ortografía es un mal mio de toda la vida, y el internet, los juego on line, y el chat no lo mejoran.

Agradecido por tu comentario, los primero de mi blog....